La Comunidad Papa Juan XXIII es una realidad compleja y dinámica, al igual que los desafíos que enfrenta todos los días para ser la familia de niños (a menudo con discapacidades severas), madres solteras, personas con déficit mental y física, ex drogadictos, ancianos solos, víctimas del racket, personas sin hogar, ex convictos, ex alcohólicos. Para dar a todos estos pequeños “las respuestas que necesitan, no las que podemos dar”, en sus 45 años de historia APG23 ha creado numerosas realidades jurídicas, en Italia y en el extranjero.

Cooperativas sociales, asociaciones de voluntariado, realidades empresariales concurren para crear las fundaciones de la “sociedad del gratuito” también en ámbito de trabajo y constituyen un pequeño universo de solidaridad y vida.

En esta tarea la Comunidad Papa Juan XXIII no está sola: una densa red de relaciones de trabajo se ha establecido con ciudadanos, asociaciones y cooperativas, fundaciones bancarias y de donación, empresas, agencias de gobierno en Italia y en el extranjero.

Esta red activa y dinámica permite no sólo de mantener las actividades ordinarias, sino también de desarrollar nuevos proyectos para brindar una respuesta a las emergencias. En los últimos años, por ejemplo,  se ha mejorado en gran medida la acción en favor de las personas sin hogar, con las “Chozas de Belén”, y de los detenidos, con las “Comunidades Educativas con los Presos”, y por otro lado se abrieron nuevas presencias en muchos Países extranjeros (de Argentina a Nepal, de Grecia a Camerún): sólo una comunidad cohesionada en su interior y capaz de activar fuertes colaboraciones externas, puede responder a los desafíos del presente, manteniendo un ojo hacia el futuro. Para esto agradecemos con sincera gratitud a todos aquellos que de alguna manera contribuyen a desarrollar el gran proyecto de la “Sociedad del Gratuito” en Italia y en el mundo.