“Los que necesitan de una comunidad terapéutica en el proceso de liberación de la dependencia de sustancias como drogas o el alcohol, son reconstruidos en la personalidad por una nueva relación que se establece con los responsables de la Comunidad. Su ejemplo de integridad se convierte en una base segura por cada chico. La vida en común, compartida, con objetivos posibles hace renacer la confianza en sí mismo, evoca las capacidades creativas de cada uno. El descubrimiento de la dimensión religiosa personal y comunitaria da sentido al sacrificio y a la conquista de un sentido pleno de la propria existencia.” Giovanni Ramonda
La comunidad terapéutica es el lugar donde se trata de dar una respuesta eficaz a los muchos jóvenes y familias que viven el drama de la dependencia de sustancias estupefacientes. La pieza central es la puesta en común de la vida que conduce a acoger a las personas drogadictas ofreciéndoles un camino de recuperación articulado en intervenciones educativas personalizadas.
En los últimos años, además de la dependencia de sustancias estupefacientes se trató de dar respuesta también a nuevas problemáticas como el alcoholismo, las drogas modernas, la dependencia del juego de azar.
El programa de rehabilitación tiene como objetivo ayudar a las personas acogidas a tomar conciencia de sus capacidades, a valorar los aspectos positivos de su vida, de manera que puedan llegar a la plena autonomía y realización de sí.
El recorrido terapéutico está dividido en tres etapas: