La Comunidad Papa Juan XXIII considera como Casa Familia una comunidad educativa residencial que recuerda en todo el modelo de la familia natural. Fundamento de la casa familia son las dos figuras paterna y materna de referencia, quienes eligen compartir su vida de modo estable, continuativo, definitivo, oblativo con las personas acogidas procedentes de diferentes situaciones de malestar. De la idea del Padre Oreste “Dar una familia a quien no la tiene”, nace en Coriano, un pueblo cerca de Rimini, la primera casa familia, el 3 de julio de 1973.

De este modo, queremos satisfacer la necesidad vital y profunda de quien es acogido: la necesidad de sentirse amado por alguien y la necesidad de ser útil e importante para alguien; en definitiva, una relación significativa con un papá y una mamá. Las personas o los muchachos acogidos ya no se sienten asistidos sino escogidos y valorados por las figuras de los padres.

La casa familia acoge a todos sin importar la edad o la situación de procedencia. La relación significativa e individualizada con la figura paterna y materna y las relaciones que nacen entre las personas acogidas crean un ambiente terapéutico que alivia y cura las heridas, regenera en el amor, enciende nuevamente la esperanza en la vida.

En las Casa Familia, además de las figuras paternas y maternas, puede haber también otras figuras que ayudan y colaboran de distintas formas: jóvenes del Servicio Civil Voluntario, jóvenes en práctica de escuelas y Universidades, asociados en periodo de verificación vocacional, voluntarios motivados, sacerdotes y consagrados, asociaciones y otros.

La casa familia se inserta en el territorio y en el tejido social en el que opera, abriéndose a la colaboración de las estructuras públicas y privadas presentes, sin faltar a su típica inspiración que la orienta y anima. Su validez ha permitido una expansión notable.

Hasta la fecha, las Casas Familia APG23 están presentes en todo el mundo.

¿Por qué la Casa Familia APG23 es única?

Las características específicas que la hacen única y la diferencian de otras estructuras de acogida son las siguientes:

1. La presencia constante del matrimonio que vive a tiempo completo con sus hijos. La Casa Familia une la belleza del valor de la Familia que acoge, a la competencia y profesionalidad de los educadores, en cuanto los papás y mamás de la Casa Familia APG23 tienen una formación permanente.
2. La complementariedad de las personas acogidas: en la Casa Familia APG23 se acoge a niños, adolescentes y adultos, historias y problemáticas diversas. Cada integrante de la Casa Familia lleva su historia y su riqueza a todos los demás.
3. El compartir directo como modelo educativo de referencia. Por medio de la elección del compartir directo y cotidiano, en las Casas Familia APG23 se crean lazos que eliminan la marginación de raíz, la soledad y el abandono. Cada cual se siente importante y necesario para los demás y es estimulado a encargarse de todos y de cada uno.
4. La red asociativa. La Casa Familia APG23 es parte integrante de la Comunidad Papa Juan XXIII que se expresa a través de diferentes maneras de vivir: familias abiertas a la acogida, Casas Familia, cooperativas, centros de día, que permiten dar respuestas diversificadas e integradas entre ellas a las necesidades de las personas acogidas y que se alimentan de una elección de fe.